lunes, 24 de agosto de 2009

Martes 25 de agosto de 2009

A Rajatabla

Desastre Anunciado

Jorge Villegas

 

El inicio del año escolar no trajo  sorpresa alguna: las cosas resultaron tan mal, tan desastrosas, como estaba anunciado.

Aulas sin construir o a medias, alumnos sin escuelas y escuelas sin alumnos,  grupos sin maestros y maestros sin grupo, planteles vulnerables a las epidemias y clases impartidas en cocheras y minicasas  deshabitadas.

Lo de la falta de recursos materiales es verdad a medias: sobraron recursos para promoción electoral, obras suntuarias y super eventos onerosos como el foro.

¿Los padres de familia   pospusieron hasta el último día la inscripción de sus hijos? ¿No serán parte de los 200 mil jefes de familia que se mudaron en el año a las miles de minicasas edificadas sin infraestructura de salud, educación o entretenimiento? .

Y el escándalo apenas sentó sus bases el primer día de clases: ya verá en los medios la reseña de clases con alumnos sentados en blocks , al amparo de un árbol ; grupos sudando la gota gorda en aulas de plástico , con muros rellenos de poliuretano, como el que se derritió sobre los cuerpos de los niños en la guardería ABC de Hermosillo.

Eso y el riesgo inminente de una explosión de influenza, con un millón 200 mil niños apretujados  en escuelas con instalaciones sanitarias deficientes.

Sobran culpables pero la responsabilidad recae en palacio de gobierno. ¿En la transición , acaso , ya no hay gobierno?.

jvillga@rocketmail.com

 

 

 

 

Martes 25 de agosto de 2009

Cosas Nuestras

Cárcel

Jorge Villegas

 

Los delincuentes catalogan el caer en la cárcel   como un riesgo laboral.

Saben que pueden librarse de las rejas en alguna parte del proceso.

La policía no llegó al lugar del crimen ; o llegó y aceptó soborno .

El fiscal, socio o cliente, puede armar una averiguación coja, anulable.

El juez puede desechar los delitos graves y dejar los de menor penalidad.

Los magistrados expiden amparos  a granel, para cancelar esas penas.

 Se pierde  la llibertad por poco tiempo,   pero ninguno de los privilegios de la buena vida.

Por  eso ve usted tan feroces y descarados a los rufianes que roban nuestra tranquilidad.

jvillega@rocketmail.com