miércoles, 5 de mayo de 2010

Jueves 6 de mayo de 2010

A Rajatabla
Enredos de la PGR
Jorge Villegas
¿Puede usted creer que los soldados asesinaron conciente y deliberadamente a los dos estudiantes del Tec, aprovechando la confusión de un encuentro armado con delincuentes?.
Por supuesto que no .La tragedia sucedió al azar, el tiroteo intenso no admitió excepciones. Son las bajas colaterales inevitables en guarra de guerrillas desatada por el crimen organizado en plena ciudad.
No importa de cuáles armas hayan salido los disparos fatales. Los responsables son los delincuentes que desafían al Ejército y desatan la balacera.
Una investigación demandada por la comunidad estudiantil del Tec no busca desarmar a los soldados ni meterlos a la cárcel; solo que quede clara la autoría del homicidio.
Pero la Procuraduría General de la República atendió la instrucción presidencial de investigar la tragedia y deslindar responsabilidades. La entendieron como petición de encubrimiento de los militares y distorsión de la verdad.
Voceros de la PGR sostuvieron que en el cuerpo de uno e los estudiantes había restos de una bala disparada por los sicarios. Una de siete. Y que en el otro cuerpo no se podían distinguir las ojivas de las balas.
Subrayaron además, con escasa sutileza, que uno de los estudiantes “llevaba un objeto metálico en las manos. Posiblemente un termo”.
No hay duda de que respetamos al Ejército y entendemos lo complicado de esta guerra. Pero abominamos de este manejo burocrático y amañado de las responsabilidades.
Ω
Jueves 6 de mayo de 2010

Cosas Nuestras
Desvelos
Jorge Villegas

Solo nos sonreíamos por la alarma del aseador de calzado en la plaza.
“¿Quién duerme en paz con el riesgo de que nos caiga una atómica encima?.
Le preocupaba, en esos años de Guerra Fría, un acalorado debate en la cumbre.
Kruschev y Nixon , que apenas era vicepresidente, armaban pleito en una exposición de cocinas.
Imagínese, decía el bolero, si llegan a las manos…si aprietan el botón de los misiles…
¡Vaya con sus desvelos! Lo alarmaba la suerte de una guerra total .
Ya no nos quita el sueño una hecatombe nuclear. Aprendimos a coexistir en paz.
Nuestros desvelos están ahora aquí, detrás de la puerta de una violencia inmediata.
jvillega@rocketmail.com