viernes, 2 de julio de 2010

Sábado 3 de julio de 2010

A Rajatabla
El Día de las Lluvias
Jorge Villegas
A la hora de las lluvias torrenciales de Alex, brilló el espíritu de solidaridad de los rescatistas , el arrojo de los reporteros y la inconciencia de muchos regiomontanos: unos que se negaban a abandonar sus viviendas junto a las corrientes crecidas; otros, arriesgando la vida en los puentes y riberas, con tal de tomar una foto al río desbordado.
Con los pavimentos desmoronándose y las aguas rugiendo bajo los puentes, hubo que utilizar ambulancias y patrullas con sirena abierta para desplazar a los mirones .
Las aguas fueron terriblemente destructoras, pero fueron los hombres los depredadores que abrieron la puerta a la destrucción de calles y viviendas.
Los desgajes de los cerros denotan la rapacidad de los fraccionadores. Hubo calles y casas que se abrieron para que las cañadas tapadas se llenaran de agua .
Olvidados de las lecciones del Gilberto, el cauce del río, que está dormido, no muerto, lo llenaron con campos de golf, pistas de gocarts, cientos de puestos, un absurdo parque lineal , un circo y hasta una virgen de doce toneladas. Todo se lo llevó el agua .
Fue alentador ver al gobernador Rodrigo Medina y a sus funcionarios en medio del aguacero dirigiendo las labores de rescate. Entre los alcaldes, casi todos reaccionaron con diigencia pero destacó la presencia y el don e mando de las alcaldesas Ivone Alvarez y Clara Luz Flores .
Ω
Sabado 3 de julio de 2010

Cosas Nuestras
Hijos
Jorge Villegas

Hay una buena lección para los padres preocupones, que dan la vida por sus hijos.
Es la recomendación ,en caso de emergencia, que se hace a los pasajeros en los vuelos.
Le dicen cómo colocarse la mascarilla de oxígeno en caso de descompresión de la nave.
Si lleva hijos menores, le recomiendan primero colocarse usted la mascarilla.
Y en segundo término proteger a los niños, clocándoles la suya.
Sentido común: para salvar a otros, tenemos primero que salvarnos nosotros.
Vale por los que sacrifican salud y hasta vida “por los hijos”; a los que dejan desamparados finalmente.
Hay que amarse primero, para poder amar luego a los nuestros.
jvillega@rocketmail.com
Sabado 3 de julio de 2010

Cosas Nuestras
Hijos
Jorge Villegas

Hay una buena lección para los padres preocupones, que dan la vida por sus hijos.
Es la recomendación ,en caso de emergencia, que se hace a los pasajeros en los vuelos.
Le dicen cómo colocarse la mascarilla de oxígeno en caso de descompresión de la nave.
Si lleva hijos menores, le recomiendan primero colocarse usted la mascarilla.
Y en segundo término proteger a los niños, clocándoles la suya.
Sentido común: para salvar a otros, tenemos primero que salvarnos nosotros.
Vale por los que sacrifican salud y hasta vida “por los hijos”; a los que dejan desamparados finalmente.
Hay que amarse primero, para poder amar luego a los nuestros.
jvillega@rocketmail.com