martes, 20 de abril de 2010

Miércoles 21 de abril de 2010

A Rajatabla
Don Alfonso , Gobernador
Jorge Villegas

En el imaginario popular, la figura de Alfonso Martínez Domínguez , ha ido creciendo en los últimos 25 años, hasta proponerlo como el Gobernador ideal para Nuevo León en cualquier tiempo.
Con el paso de los años se alisan las aristas y se olvidan los errores. Sus aciertos se magnifican en la comparación con otros tiempos y otros estilos de gobernar.
Pero la gente se refiere a logros concretos cuando elogia su memoria: construyó la Gran Plaza y la erizó con majestuosos edificios públicos en medio de una aguda crisis nacional.
A los burócratas municipales que tenían en jaque a los alcaldes metropolitanos, les advirtió que irían a la cárcel si volvían a sitiar un palacio con el equipo de limpia.
A los izquierdistas de la Universidad, que llevaban una década de conflictos estudiantiles, les propuso una alternativa: “Los hago mis amigos o los mato” . Escogieron su amistad.
A reos del penal que asesinaron al director e hicieron motin, se les ejecutó sumariamente cuando intentaban escapar con dos jovencitas como rehenes.
Eran otros tiempos, dirán los que ven gobernadores sin apoyo presidencial, acotados por delegados federales que se parecen a los delegados políticos de don Porfirio, con empresarios que ya no quieren ver más allá de los muros de sus fábricas, con universitarios adocenados, sin interés social .
Pero como quiera vale el ejemplo de don Alfonso, sensible, duro de carácter, con espíritu constructor .
Ω
Miercoles 21 e abril de 2010




Cosas Nuestras
Judíos
Jorge Villegas

Los nazis decidieron arrinconar y luego asesinar a los judíos .
Primero, los obligaron a colocar una estrella de David amarilla sobre su ropa.
Alemanes , como sus compatriotas arios, vestían el signo de la infamia por decreto.
Se entiende la miseria moral del nazismo. Su antisemitismo visceral.
Pero todo pudo parar ahí si los buenos ciudadanos hubieran expresado su repugnancia .
Si un mismo día legiones y legiones de ellos hubieran cosido estrellas amarillas a su ropa.
La mayoría calló y dejó ultrajar y luego asesinar a millones de judíos.
Ante un enemigo asesino, desalmado, hay que responder con el coraje de toda una comunidad.
jvillega@rocketmail.com