miércoles, 27 de enero de 2010

Jueves 28 de enero de 2010

A Rajatabla
Los Trenes para fuera
Jorge Villegas

La Fundidora , Cydsa , Pemex, tomaron la precaución de edificar sus industrias y plantas de combustibles lejos de las zonas pobladas de Monterrey.
Pero, como en todas las ciudades, los vecinos, el comercio y otras industrias , fueron atraidos a la misma zona. Rodearon las plantas industriales y de tanques que quedaron en medio de las nuevas urbanizaciones.
A la vuelta de los años, los mismos vecinos voltearon la sartén por el mango , para quejarse de los efectos nocivos de esas plantas. Denunciaron la peste, los humos, el tránsito, el ruido.
Igual es el fenómeno urbano respecto de las vías férreas. Solían cruzar áreas libres de vecinos. Pero al expandirse la mancha urbana, quedaron en medio y se tachonaron de cruceros a nivel por el creciente tránsito.
Fundidora, ya no existe, Cydsa está punto de abandonar sus espacios de la avenida Ruiz Cortines, Pemex ha dispersado los combustibles que almacenaba en San Rafael.
Pero los ferrocarriles, ahora privados, reclaman los privilegios de aquellos días. ¿Qué los cruceros son peligrosos? Pues que los protejan los alcaldes porque ellos, los ferrocarriles , llegaron antes.
Actitud altanera que busca disimular el problema de fondo: por sus tamaños y población, Monterrey ya no debe ser cruzada, sino rodeada, por las vías férreas.
Ya no pueden congestionarse sus calles cada vez que un convoy paraliza una avenida. Es penoso que sigan muriendo vecinos porque un crucero no está protegido.
Ω
Jueves 28 de enero de 2010

Cosas Nuestras
Nombre
Jorge Villegas

Hay un capital muy valioso que nos entrega la familia el día que nacemos.
Nos entrega una identidad , un nombre y apellido , avalado por los ancestros.
Bien cuidado, pulido por las virtudes propias, es honra para la vida entera.
No es cuestión de linaje o capital; es la buena reputación de nombre y familia.
El que cambie todo eso por un apodo, se denigra a sí mismo.
El que inscribe el nombre en una ficha policíaca, perpetúa la vergüenza .
Por eso a los muchachos les advertimos cuidar el nombre.
Si lo infaman, el resto de su vida , por larga que sea, serán objeto de escarnio.
jvillega@rocketmail.com