lunes, 26 de julio de 2010

Martes 27 de julio de 2010


A Rajatabla
La Pulga del Río
Jorge Villegas

No parece negociable la reinstalación de la pulga cetemista en el lecho del Santa Catarina. Sus mil 800 puestos provocaron el embate de la creciente a la orilla norte del río, donde se comió la mitad de los carriles de Constitución, frente al Crowne Plaza.
El dirigente de la CTM, Ismael Flores, no atiende razones. Y mantiene la amenaza de mandar a sus huestes a recuperar el territorio que considera posición de su central.
A Ismael le asisten razones equívocas pero fundadas en su experiencia: los puesteros del río prestan servicio a miles y miles de regiomontanos que acudían cada fin de semana a comprar ropa usada, mercancía pirata y hasta electrónicos.
Era un uso para beneficio de particulares, es cierto. Pero igual estaban las pistas de go carts, de tennis, futbol y hasta campo de golf que explotaba una empresa particular, concesionada por un alcalde.
Esas instalaciones, los postes de alumbrado, casetas, gradas y volúmenes publicitarios igual interrumpieron el flujo del agua y lo aventaron sobre las avenidas.
Los ctemistas se pueden ir a otra parte. Ahí están los viejos cines Reforma y Monterrey que se les vendieron a precio de ganga ,precisamente para instalar puesteros .Pero igual deben irse para siempre los negocios particulares y lucrativos del río.
Los puesteros no son los enemigos del río; lo son los funcionarios que autorizaron la pulga y todo lo demás.
Ω
Martes 27 de julio de 2010




Cosas Nuestras
Abominable
Jorge Villegas

Ya aprendimos que el crimen organizado es salvaje y sanguinario.
No respeta las fórmulas mafiosas de no tocar a niños, ni a mujeres.
Decapitan, ultrajan, torturan, secuestran al rico y al pobre, matan a granel.
Pero de este lado de la ley esperamos funcionarios y policías que admitan un código mínimo de ética.
Aún si son cómplices, al menos no ser protagonistas de las fechorías criminales.
Por eso es abominable, la conducta de la directora del penal de Durango.
Debe tener el alma negra por autorizar incursiones de reos para matar en las calles de Torreón.
¿Qué estaba amenazada? ¿Y no podía denunciar, huir al extranjero o suicidarse? .
jvillega@rocketmail.com