jueves, 27 de mayo de 2010

Viernes 28 de mayo de 2010
A Rajatabla
Control de Expolicías
Jorge Villegas

Puede el alcalde regiomontano pedir al Congreso una legislación para obligar a los expolicías a presentar informe mensual de sus actividades y someterse a controles de conducta.
Son buenos deseos y una pésima asesoría de su Jurídico: los expolicías son ciudadans en el ejercicio absoluto de sus libertades ; y al salir de una corporación , no hay forma de sujetarlos a controles.
En ausencia de una relación laboral, sin más acceso a uniformes, placas o armas, son como cualquier ciudadano, con la capacidad de contratar su trabajo en cualquier organización lícita.
En todo caso, los diputados pudieran legislar el establecimiento de organismos de control y seguimiento de quienes hayan laborado en organismos de seguridad.
Pero aún en medio de la fea crisis de inseguridad y corrupción policíaca, no pueden establecerse “grilletes” que aten para siempre al elemento cesado con la corporación que lo despidió.
Sería más humano y realista, autorizar y dar herramientas a los departamentos de Recursos Humanos, para que ayuden a los expolicías en su tránsito hacia la sociedad civil y los empleos honorables.
Igual habría que legislar para establecer como agravante de culpabilidad, haber pertenecido a una corporación policíaca.
Y, por supuesto, mantener la puerta abierta de par en par para los que se quieran marchar, antes de pasar filtros y controles.
çΩ
Viernes 28 de mayo de 2010
A Rajatabla
Control de Expolicías
Jorge Villegas

Puede el alcalde regiomontano pedir al Congreso una legislación para obligar a los expolicías a presentar informe mensual de sus actividades y someterse a controles de conducta.
Son buenos deseos y una pésima asesoría de su Jurídico: los expolicías son ciudadans en el ejercicio absoluto de sus libertades ; y al salir de una corporación , no hay forma de sujetarlos a controles.
En ausencia de una relación laboral, sin más acceso a uniformes, placas o armas, son como cualquier ciudadano, con la capacidad de contratar su trabajo en cualquier organización lícita.
En todo caso, los diputados pudieran legislar el establecimiento de organismos de control y seguimiento de quienes hayan laborado en organismos de seguridad.
Pero aún en medio de la fea crisis de inseguridad y corrupción policíaca, no pueden establecerse “grilletes” que aten para siempre al elemento cesado con la corporación que lo despidió.
Sería más humano y realista, autorizar y dar herramientas a los departamentos de Recursos Humanos, para que ayuden a los expolicías en su tránsito hacia la sociedad civil y los empleos honorables.
Igual habría que legislar para establecer como agravante de culpabilidad, haber pertenecido a una corporación policíaca.
Y, por supuesto, mantener la puerta abierta de par en par para los que se quieran marchar, antes de pasar filtros y controles.
çΩ
Viernes 28 de mayo de 2010


Cosas Nuestras
Peores
Jorge Villegas
Se espantará con lo que le cuente cualquier muchacho salidor y desvelado.
Le dirá que en los baños del antro, un narco oferta drogas en una caja.
Que ven en las mesas adultos impacientes que luego de ir al baño, se marchan.
Conocen cuál de sus compañeros de escuela dobla como narcovendedor.
Saben el precio del Extasis y la cuota por tacha de verdadera calidad.
Dominan la técnica para librarse barato de las antialcohólicas.
Nada los asombra. Nada los mueve a denunciar esos casos.
Son manga ancha y van para ciudadanos de los peores.
jvillega@rocketmail.com