miércoles, 14 de octubre de 2009

Jueves 15 de Octubre de 2009



A Rajatabla
Novatadas
Jorge Villegas

En los políticos, como en la novia, preferimos su inexperiencia que una experiencia empedernida.
Por eso concedemos a los nuevos funcionarios estatales el beneficio de la duda, mientras aprenden y acaban de tomar la sartén por el mango.
Pero hay mínimos de sensatez y sentido común que se exigen al funcionario desde el mismo momento en que asume la responsabilidad.
El nuevo Secretario General de Gobierno Javier Treviño Cantú y el nuevo Secretario de Seguridad, Carlos Jáuregui no solo demostraron inexperiencia en el manejo del primer caso grave , el del conflicto entre militares y policías apandillados.
Mostraron que no respetan la inteligencia de los gobernados. Que creen que con una salida graciosa o una explicación descabellada pueden apagar el escándalo.
“Se pelearon los primos” dijo Jáuregui, de un encontronazo en el que policías de Seguridad Estatal azuzaron a corporaciones de cinco municipios para encarar a una partida de soldados; a golpes, insultos y balazos.
Y el Secretario Treviño trazó una raya en al agua para sostener que se agarraron en pleito, se amenazaron con sus armas y casi provocaron un zafarrancho las personas, sin que se mezclaran las instituciones que representan los rijosos.
Reducir todo a una riña entre personas – uniformados armados, a bordo de patrullas oficiales, dándose de golpes y provocaciones con elementos del Ejército Mexicano – es un insulto a la inteligencia de los ciudadanos.
Ω




.
Jueves 15 de Otubrex de 2009

Cosas Nuestras
Democracia
Jorge Villegas

Le rendimos pleitesía a la Democracia y la reclamamos para el país entero.
Pero mire la reacción espontánea, aprobatoria, para el manotazo autoritario sobre los electricistas.
Queremos ser consultados y que nuestra opinión cuente en los asuntos públicos.
Pero repudiamos que se confunda democracia con anarquía.
Que un líder simplón se apropie del Zócalo, nada más por sus pistolas.
O que los peores sindicatos sangren al erario y perpetúen, “democráticamente”, a sus líderes.
Todo porque hay que respetar la vida democrática de las organizaciones.
Vaya, digamos que aspiramos a una democracia ordenada y legal, no abusiva y mafiosa.
jvillega@rocketmail.com