miércoles, 2 de septiembre de 2009

Jueves 3 de septiembre de 2009

A Rajatabla

¿Un Militar?

Jorge Villegas

 

Suena lógico llamar a un militar de alta graduación para encabezar las tareas estatales de seguridad; y aún las municipales, como se intenta en San Pedro.

Pero en el fondo es el mismo enfoque equivocado por el que llamamos a los economistas a gobernar porque nos agobiaban  los problemas económicos hace un cuarto de siglo:  ser experto en una disciplina no se traduce necesariamente en  capacidad para ejercer cargos de gobierno.

La preparación de un general de división , por definición, es para manejar contingentes disciplinados, jerarquizados. Aprenden a ejercer un  mando no impugnado ni cuestionado por subordinado alguno.

En los asuntos civiles , por el contrario, hay que buscar consensos, tomar en cuenta a la oposición y aceptar cotidianamente los cuestionamientos de los medios y de los grupos organizados.

Nuevo León necesita ciertamente el apoyo del Ejército. Sus elementos han sido el último baluarte parea defender la fortaleza asediada por el crimen organizado .

Pero los asuntos estatales de seguridad debe manejarlos un civil. Uno que tenga excelentes relaciones con el Ejército, que  sincronice sus acciones con las estrategias de los militares.

Uno que acepte el cotejo diario con la crítica, que no tenga más jefe que el Ejecutivo, que sea de igual nivel que los demás funcionarios del gabinete.

Necesitamos a los militares en ei frente de esta batalla sin precedentes, no detrás de un escritorio examinando aspirantes a gendarmes.

jvillega@rocketmail.com

 

Jueves 3 de septiembre de 2009

Cosas Nuestras

Héroes

Jorge Villegas

 

Miguel Hidalgo dejó por ahí dos hijas pese a ser sacerdote.

Morelos engendró a un hijo que resultó traidor a la postre.

De Allende y la Corregidora chismean que los unía algo más que el ánimo de revuelta.

Guerrero era un patán analfabeta e Iturbide un tornachaquetas convenenciero.

Pero a ninguno lo recordamos o veneramos por sus defectos.

Exaltamos su patriotismo, la entrega de su vida en aras de la libertad.

Quizá por aquí anda algún héroe como ellos , pero no lo vemos por miopía .

Queremos héroes perfectos y santos. Y solo los hay de carne y hueso.

jvillega@rocketmail.com