jueves, 15 de octubre de 2009

Viernes 16 de Ocyubre de 2009

A Rajatabla
De Lengua…
Jorge Villegas

En “El Bueno, el Malo y el Feo” , el matón ostentoso sorprende en la bañera a su adversario . Solo el ruido de las espuelas denuncia su presencia antes de la confrontación.
Con el Bueno hundido en el agua, desnudo, el otro lo increpa: “!Así te quería hallar. Para hacerte pagar todas tus ofensas. Aquí te vas a morir!”.
El que ya “se iba a morir” había alcanzado a tomar su pistola; manejándola desde debajo del agua, la dispara hasta tumbar al matón , al que recrimina :”Cuando vengas a disparar, dispara, no platiques”.
Lección pertinente que no ha asimilado el Ingeniero Mauricio Fernández, alcalde electo de San Pedro, quien lleva meses profiriendo temerarias amenazas contra los matones del crimen organizado.
Supone que van a correr desaforados antes del 31 de Octubre. O que van a esperar la ofensiva de “sus duros” con brazos cruzados.
Por el contrario, ya tuvo que acudir el Ejército para resguardarlo ante las amenazas de muerte que recibe. Lo que resulta muy vistoso pero para los pelos de punta a los ciudadanos.
Los que saben de Seguridad dicen que, en efecto, Mauricio ya reclutó a algunos de los mejores y más duros elementos públicos y privados, algunos con adiestramiento internacional.
Pero en asuntos de seguridad, dicen, cuentan los resultados, no las habladas. Y un alcalde deslenguado puede provocar un baño de sangre lamentable e innecesario.
Ω
Viernes 16 e Octubre de 2009



Cosas Nuestras
Policía
Jorge Villegas

En tiempos de Cervantes y de Shakespeare , no existían las corporaciones policíacas.
Los alguaciles metían paz con mano dura pero eran desafiados por cualquiera.
Los ricos, se rodeaban de escoltas o de mosqueteros privados.
Más que escoltas defensivos, eran guaruras golpeadores .
Fue un avance de civilización el policía uniformado, respetado , legalista.
Pudieron así dormir en paz los vecinos, caminar de noche por las calles.
Nadie imaginó que un día la delincuencia llegara a controlar a los policías .
Cobra vigencia la burla sangrienta: ¡Socorro, ladrones, que me asalta un policía!.
jvillega@rocketmail.com