miércoles, 16 de septiembre de 2009

Jueves 17 de Septiembre de 2009

A Rajatabla
La Tremenda Corte
Jorge Villegas

De entrada, les falló la puesta en escena: las togas y los birretes no hacían pensar en la Suprema Corte, sino en la Tremenda Corte de Tras Patines.
El Tribunal tipo Nuremberg para juzgar al gobernador Natividad González Parás resultó un aberrante ejercicio de una oposición desafocada , sin rumbo, a destiempo, reñida con los principios generales de Derecho.
No acabaron de tipificarse los delitos, no hubo defensa para el acusado (¿Que no mandó abogado Natividad? Pues debió haber un defensor de oficio).
El banquillo del acusado, además, pareció estrecho y con lugares vacíos: habría que sentar ahí también a Adalberto Madero, a Felipe Calderón, a los diputados y los senadores.
Discriminar para solo juzgar al gobernador priista, puso en entredicho la neutralidad moral de la promotora del juicio, Tatiana Clouthier.
El cargo más grave contra Natividad, la inseguridad que prevalece en el estado, ¿Es tan grave o tan brutal como la que priva en el resto del país, en Michoacán, en Chihuahua, en Tijuana, en el estado de México? Ni siquiera somos los peores, conste.
El juicio, a veinte días del fin del sexenio, equivale a condenar al Rey León cuando se va perdiendo en el ocaso.
Resultó parodia, sobre todo, en presencia de una oposición real en el Congreso, otro partido en la Presidencia , medios críticos y vigorosa presencia bipartidista en la entidad.
jvillega@rocketmail.com
Jueves 17 de Septiembre de 2009

Cosas Nuestras
Manos
Jorge Villegas

Pareciera que nos va la vida en la discusión del impuesto del 2 por ciento.
El mundo alucinante de la droga y el crimen nos tiene obsesionado.
No sabemos qué hacer con el petróleo , con los pobres ,con la economía.
Pero , ocupados en lo urgente, perdemos de vista lo importante, lo vital.
Y en este momento lo apremiante es, por absurdo que parezca, lavarnos las manos.
No son las manos figurativamente limpias del discurso de Felipe.
Son manos literalmente aseadas, primera defensa contra la mortal Influenza humana.
Por ahora olvide impuestos, votos, crisis. Lávese las manos ,por amor a así mismo y a su familia.
jvillega@rocketmail.com
Jueves 17 de Septiembre de 2009
A Rajatabla
La Tremenda Corte
Jorge Villegas

De entrada, les falló la puesta en escena: las togas y los birretes no hacían pensar en la Suprema Corte, sino en la Tremenda Corte de Tras Patines.
El Tribunal tipo Nuremberg para juzgar al gobernador Natividad González Parás resultó un aberrante ejercicio de una oposición desafocada , sin rumbo, a destiempo, reñida con los principios generales de Derecho.
No acabaron de tipificarse los delitos, no hubo defensa para el acusado (¿Que no mandó abogado Natividad? Pues debió haber un defensor de oficio).
El banquillo del acusado, además, pareció estrecho y con lugares vacíos: habría que sentar ahí también a Adalberto Madero, a Felipe Calderón, a los diputados y los senadores.
Discriminar para solo juzgar al gobernador priista, puso en entredicho la neutralidad moral de la promotora del juicio, Tatiana Clouthier.
El cargo más grave contra Natividad, la inseguridad que prevalece en el estado, ¿Es tan grave o tan brutal como la que priva en el resto del país, en Michoacán, en Chihuahua, en Tijuana, en el estado de México? Ni siquiera somos los peores, conste.
El juicio, a veinte días del fin del sexenio, equivale a condenar al Rey León cuando se va perdiendo en el ocaso.
Resultó parodia, sobre todo, en presencia de una oposición real en el Congreso, otro partido en la Presidencia , medios críticos y vigorosa presencia bipartidista en la entidad.
jvillega@rocketmail.com
Jueves 17 de Septiemre de 2009

Cosas Nuestras
Manos
Jorge Villegas

Pareciera que nos va la vida en la discusión del impuesto del 2 por ciento.
El mundo alucinante de la droga y el crimen nos tiene obsesionado.
No sabemos qué hacer con el petróleo , con los pobres ,con la economía.
Pero , ocupados en lo urgente, perdemos de vista lo importante, lo vital.
Y en este momento lo apremiante es, por absurdo que parezca, lavarnos las manos.
No son las manos figurativamente limpias del discurso de Felipe.
Son manos literalmente aseadas, primera defensa contra la mortal Influenza humana.
Por ahora olvide impuestos, votos, crisis. Lávese las manos ,por amor a así mismo y a su familia.
jvillega@rocketmail.com
Juevs 17 de Septiembre de 2009
A Rajatabla
La Tremenda Corte
Jorge Villegas

De entrada, les falló la puesta en escena: las togas y los birretes no hacían pensar en la Suprema Corte, sino en la Tremenda Corte de Tras Patines.
El Tribunal tipo Nuremberg para juzgar al gobernador Natividad González Parás resultó un aberrante ejercicio de una oposición desafocada , sin rumbo, a destiempo, reñida con los principios generales de Derecho.
No acabaron de tipificarse los delitos, no hubo defensa para el acusado (¿Que no mandó abogado Natividad? Pues debió haber un defensor de oficio).
El banquillo del acusado, además, pareció estrecho y con lugares vacíos: habría que sentar ahí también a Adalberto Madero, a Felipe Calderón, a los diputados y los senadores.
Discriminar para solo juzgar al gobernador priista, puso en entredicho la neutralidad moral de la promotora del juicio, Tatiana Clouthier.
El cargo más grave contra Natividad, la inseguridad que prevalece en el estado, ¿Es tan grave o tan brutal como la que priva en el resto del país, en Michoacán, en Chihuahua, en Tijuana, en el estado de México? Ni siquiera somos los peores, conste.
El juicio, a veinte días del fin del sexenio, equivale a condenar al Rey León cuando se va perdiendo en el ocaso.
Resultó parodia, sobre todo, en presencia de una oposición real en el Congreso, otro partido en la Presidencia , medios críticos y vigorosa presencia bipartidista en la entidad.
jvillega@rocketmail.com
Jueves 17 de Septiembre de 2009
Cosas Nuestras
Manos
Jorge Villegas

Pareciera que nos va la vida en la discusión del impuesto del 2 por ciento.
El mundo alucinante de la droga y el crimen nos tiene obsesionado.
No sabemos qué hacer con el petróleo , con los pobres ,con la economía.
Pero , ocupados en lo urgente, perdemos de vista lo importante, lo vital.
Y en este momento lo apremiante es, por absurdo que parezca, lavarnos las manos.
No son las manos figurativamente limpias del discurso de Felipe.
Son manos literalmente aseadas, primera defensa contra la mortal Influenza humana.
Por ahora olvide impuestos, votos, crisis. Lávese las manos ,por amor a así mismo y a su familia.
jvillega@rocketmail.com