sábado, 29 de agosto de 2009

Domingo 30 de agosto de 2009

A Rajatabla

Mauricio  y sus Ideas

Jorge Villegas

 

Mauricio Fernández  tiene todo el derecho a vivir disipadamente, a torcer los valores tradicionales y gozarse dando de trompadas a la moral de sus vecinos. Siempre ha tenido las agallas y el dinero para desafiar los convencionalismos de los regiomontanos.

Solo que ya es alcalde electo de San Pedro. Y por tres años su conducta y sus propuestas morales tienen el  peso de la autoridad en la administración del municipio y en las reglamentaciones que afectan a los ciudadanos y sus familias.

En campaña, ya anticipó alguna de esas políticas que van a ofender la moral de sus conciudadanos: dijo que convendría con los Beltrán Leyva para que se venda droga pero que no lo hagan abiertamente.

Antes de pisar el palacio, ya dijo que los dueños de antros le pidieron que acabe con el cierre de las dos de la mañana. La respuesta de Mauricio: que cierren a las 4 y media, para que nuestros muchachos no tengan que seguirle en otra parte.¿Y por qué no a las 7 de la mañana, a tiempo de desayunar tacos del Julio?.

A la próxima, le van a informar que en San Pedro todo mundo corre a exceso de velocidad  . ¿Dispondrá acaso que se amplíe el límite de velocidad a 120 kilómetros por hora para así evitar que los jovencitos tengan que dar   mordidas a los tránsitos?.

Dejar hacer, dejar pasar, puede ser una actitud muy liberal de una persona. Pero como filosofía de gobierno puede resultar desastrosa.

jvillega@rocketmail.com

 

 

 

 

Domingo 30 de agosto de 2009

Cosas Nuestras

Ilegales

Jorge Villegas

 

Fallamos en la formación de esta generación de jóvenes despistados.

Hay excepciones, claro está: los estudiosos, los responsables, los cumplidores.

Son los otros, la mayoría, la que acepta vivir gustosamente en la media luz de la ilegalidad.

Nunca se preguntan si el antro que favorecen pertenece al crimen organizado.

Ven vender droga en los baños, en las mesas, en el estacionamiento y no denuncian.

Exigen antros abiertos hasta las ocho de la mañana , a sabiendas de que la ley ordena otra cosa.

Enriquecen al narco y no les importa patrocinar el armamento que mata policías y soldados.

Nos preguntamos: ¿En que hemos fallado? ¡En todo!.

jvillega@rocketmail.com