sábado, 10 de octubre de 2009

Domingo 11 de Octubre de 2009

A Rajatabla
Los días Vuelan
Jorge Villegas
Efecto de los explosivos ciclos que vivimos, bajo el triple impacto de la crisis, la violencia y la Influenza , es que los tiempos se colapsen y las hojas del calendario vuelen como en truco de película.
Ya ve, el sexenio de Felipe Calderón se le acabó en tres años. Y Barak Obama desquitó el Nobel de la Paz en doce días como presidente.
Ese tiempo raudo y veloz le va pisando los talones a Rodrigo Medina , quien lleva apenas una semana en el cargo de gobernador y ya ve cómo se va estrechando su ventana de oportunidad para impactar la sensibilidad ciudadana y echar a andar a plena marcha el aparato estatal .
En materia de Seguridad ,por ejemplo, antes de que anuncie un plan maestro para combatir al crimen organizado, los malandros toman la iniciativa: ejecutan a una pareja , matan a dos en un bar, y desafían a balazos a los federales en pleno Contry.
La ventana de oportunidad mediática ,además , se cerrará exactamente en veinte días más, cuando entren en funciones los alcaldes Fernando Larrazbal y Mauricio Fernández.
El de San Pedro, con medidas espectaculares y audacia irreflexiva ganará los titulares de prensa y televisión. El de Monterrey, aún con el síndrome de la gubernatura que pudo ser suya, empezará un programa monumental con vistosa purga en Tránsito y anuncio de obras tales como un segundo piso en Gonzalitos y un viaducto junto a Morones Prieto.
Así que aquí no reza lo de “despacio, que llevo prisa” .
Ω
Domingo 11 de Oc tubre de 2009

• Cosas Nuestras
Exilio
Jorge Villegas

Un ejecutivo cuenta que su patrón y su familia ya se fueron a vivir a Houston.
Allá viven en el mismo barrio con paisanos médicos, periodistas y comerciantes .
Todos se fueron por miedo a los secuestros , por las extorsiones.
Dejaron acá sus casas, empresas, amistades, sus muertos.
En su exilio dorado, ven televisión mexicana y comen tacos emparentados con los nuestros.
Las conversaciones de sobremesa versan sobre el América y los Rayados.
Saben que podían estar peor. Al menos sus empresas los siguen manteniendo.
La pregunta que nos hacemos cala: ¿si tuviéramos para irnos, seguiríamos aquí?.
jvillega@rocketmail.com