Miércoles 10 de marzo de 2010
A Rajatabla
¿Quién tiene la razón?
Jorge Villegas
Es fácil desdeñar las quejas de los vecinos prósperos que se oponen a la construcción de un enorme super, un almacén y una cafetería en la ya congestionada avenida de Gómez Morín, en San Pedro.
Muchos de ellos viven en plena montaña, más allá de la prudencia . Parece egoismo , contrario a su interés de clase, el estorbar un desarrollo empresarial que genera cientos de empleos.
Más la razón de fondo : así son los vecinos de toda colonia residencial: quieren todas las comodidades de la vida urbana pero rechazan en sus colonias la existencia de escuelas, preparatorias, supers , gasolineras, plantas eléctricas.
Todo eso es cierto . Pero les asiste la razón en que a una avenida, por amplia que sea, le echen encima la circulación de docenas de colonias, centros comerciales, colegios, grandes almacenes y hasta clubes deportivos.
Aún si la autoridad municipal falla en conciencia, oyendo a los interesados y a los vecinos, las leyes actuales favorecen a los que quieren construir el complejo comercial.
Quizá haya que agregar un apéndice al plan municipal de desarrollo para que la autoridad, a solicitud de vecinos , pueda declarar saturada una calle o inviable una obra que atraiga tránsito anormalmente nutrido.
En el caso actual y contrario, pareciera que la autoridad se dedica a fabricar los problemas y congestionamientos que estrangulan la ciudad , para resolverlos después con los sube y baja de los pasos a desnivel.
Ω
martes, 9 de marzo de 2010
Miércoles 10 de marzo de 2010
C osas Nuestras
Edades
Jorge Villegas
Nos encanta reprochar su inmadurez a los muchachos. Su lento ingreso a la vida .
A tu edad, a los doce años, yo iba a pagar el agua y la luz.
Iba por mi cuenta a la peluquería y me iba solo , a pie, al colegio.
No aclaramos que todos los vecinos nos cuidaban con afecto paternal.
Que en caso de urgencia, cualquier policía nos auxiliaba y llevaba a casa.
Las calles eran amigables; olían a pan fresco, no a humo y muladar.
Los “robachicos” eran leyenda urbana y en casa no había automóvil .
Les envenenamos la manzana y ahora les reprochamos que no la devoren.
jvillega@rocketmaiul.com
C osas Nuestras
Edades
Jorge Villegas
Nos encanta reprochar su inmadurez a los muchachos. Su lento ingreso a la vida .
A tu edad, a los doce años, yo iba a pagar el agua y la luz.
Iba por mi cuenta a la peluquería y me iba solo , a pie, al colegio.
No aclaramos que todos los vecinos nos cuidaban con afecto paternal.
Que en caso de urgencia, cualquier policía nos auxiliaba y llevaba a casa.
Las calles eran amigables; olían a pan fresco, no a humo y muladar.
Los “robachicos” eran leyenda urbana y en casa no había automóvil .
Les envenenamos la manzana y ahora les reprochamos que no la devoren.
jvillega@rocketmaiul.com
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