A Rajatabla
De los Malos, Los Peores
Jorge Villegas
No hay triunfo electoral que valga enlodar a familias inocentes. Utilizarlas como rehenes para desprestigiar a un adversario.
Es deleznable, inicuo, que por semanas se haya publicado ese desplegado que pregunta “¿Quién es Elda?” y que promete revelar su relación con Fernando Larrazabal, solo por destruir su imagen publicitaria que lo ostenta como “felizmente casado” y lo muestra con su familia ejemplar y respetable.
Igual de ruines son los desplegados a toda página, a todo color, con los otros insisten en incriminar por asociación a la madre y a la hermana de un presunto secuestrador , con tal de atribuir a Rodrigo Medina una relación de complicidad, no solo con la madre sino también con el procesado.
Acusación aberrante, que hace pensar en la justicia en tiempos de barbarie, cuando se condenaba sin juicio al delincuente y se le castigaba con toda su familia.
Es violento incriminar a una mujer que trabajaba en gobierno desde hace 28 años, cuando aún no nacía su hijo que delinquió. Y que lo mismo trabajó bajo gobernadores priistas que bajo Fernando Canales y Fernando Elizondo.
Ambos extremos de la guerra sucia rebasan el marco moral que reclama una campaña electoral. No se centran en la vida pública de los candidatos, exclusivamente de ellos. Arrastran al lodo a terceros y los enlodan con injurias .
Si al menos los autores tuvieran la hombría de dar sus nombres.
jvillega@rocketmail.com
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