lunes, 20 de julio de 2009

Martes 21 de Julio de 2009

A Rajatabla

¡Calma, Señores!

Jorge Villegas

 

Todavía no se sienta  Rodrigo Medina en la silla de gobernador y algunos, los de siempre,  ya le ponen motes  y lo declaran a perpetuidad pupilo obsequioso de González Parás; será , dicen , su tapadera y  su incondicional que lo dejará seguir gobernando Nuevo León.

Ese razonamiento parte de una premisa ignorante que no resiste el ácido del sentido común ,el cotejo  de la experiencia de cualquiera que haya figurado en la vida pública.

¿Usted cree que un político de 37 años, lleno de ambición y de necesidad de trascender va a emprender una campaña agotadora, altamente riesgosa, para luego postrarse a los pies de un poderoso?

Haga de cuenta el pobre diablo de  “Juanito” al que López Obrador mandó a ganar una delegación para que la entregue a una perredista.

Rodrigo no es Juanito. Quienes lo conocen  , dicen que es enérgico, demandante, con una capacidad extraordinaria de aprendizaje.

De mala fe, lo comparan con Peña Nieto , quien llegó  como niño bonito, de la mano del entonces gobernador Arturo Montiel. Pero no exprimen el ejemplo para preguntarse ¿Y dónde está ahora Montiel? .

La experiencia enseña que uno es el aspirante, otro el candidato y otro el que gobierna. No valen pues las descalificaciones a priori.

Aplacemos el juicio; luego   juzgaremos cómo conduce Medina su bicicleta, ya sin las rueditas ( a saber, González Parás y Humberto Medina).

jvillega@rocketmail.com

 

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