miércoles, 23 de diciembre de 2009

Juewves 24 de diciembre de 2009

A Rajatabla
Claroscuro de Monterrey
Jorge Villegas

Repetimos como loros el lugar común: que el regiomontano es un pueblo que se dedica al trabajo y el ahorro. Que somos tenaces, emprendedores y participativos en la vida cívica.
Pero quien lea los medios o revise desde el extranjero las páginas web de nuestros periódicos, tendrá otra percepción, contradictoria, asombrosamente diferente a la leyenda.
Verá en los ciudadanos un cinismo más o menos bien fundado respecto a la ética del trabajo y la inversión, al gobierno en todas sus manifestaciones. Causantes irritados por tener que pagar impuestos, por el costo de los servicios.
Verá que es asunto púyblico y polèmico, si los antrois deben cerrar a las 4 y media de la mañana o simplemente no cerrar; lo que no va con un pueblo laborioso que se tiene que levantar al amanecer para ir a su trabajo, a la escuela.
Buscará y no hallará la huella de los empresarios en los asuntos comunitarios; solo las quejas cuando se atenta contra sus muy particulares intereses .
Verá que el corazón de Monterrey es ahora zona roja, que los table dance ahuyentaron a los vecinos, que las escuelas están viejas y desvencijadas.
Más lo superficial: la pizza venció al cabrito, ya nadie se acuesta al anochecer, desaparecieron el tendajo y la botica de barrio.
No es para lamentar. Ni para sumarse al coro negativo. Es como para convocar a los regiomontanos al rescate de su ciudad y de la comunidad. ¿Quién hace punta?.
Ω

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