Martes 23 de febrero de 2010
Cosas Nuestras
Pípila
Jorge Villegas
Los insurgentes , como chusma mal armada, asediaban la Alhóndiga de Granaditas.
Una y otra vez se estrellaban contra los muros y el fuego de los sitiados.
Un modesto minero se ofreció a derribar la puerta ,con unos tacos de dinamita.
Le colocaron una enorme loza en la espalda y así desafió las balas enemigas.
El Pípila no era militar ni criollo , no había leido a los enciclopedistas .
Era un civil, un particular, que ofreció su única aportación posible: su vida.
Nos quejamos ahora por la falta de liderazgo de quienes nos dirigen.
¿Pero quién toma la loza de El Pípila y arriesga soluciones de valor y utilidad?.
jvillega@rocketmail.com
lunes, 22 de febrero de 2010
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