Miercoles 2 de junio de 2010

A Rajatabla
Cero Resultados
Jorge Villegas

Es patética la repetición cotidiana de lo que puede calificarse como parodia de “investigación” en los casos de ejecuciones y levantones en Monterrey.
Llegan dos docenas de ministeriales, cuando ya pasó todo y limitan el espacio del crimen con cinta amarilla, dan vueltas por el sector a ver si los delincuentes se detuvieron a comprar refrescos.
Llegan los del CSI local con sus albos uniformes a recoger cadáveres y evidencias. Numeran los casquillos en el asfalto, levantan huellas dactilares y recogen los instrumentos del crimen.
Nos imaginamos que todos rinden un informe escrito que se archiva bajo una carpeta nueva y se coloca junto a más de 400 expedientes parecidos que corresponden a otros tantos casos sin resolver.
Sólo los familiares de los levantados y desaparecidos insisten en preguntar si pasó algo con esas investigaciones. Ninguno ha vuelto, vivo ni muerto.
Asombra la paciencia de los jefes de esos investigadores y ministeriales ante la falta de resultados. Y no vale argumentar que se trata de asuntos federales y del Ejército.
Son asuntos del fuero común el homicidio, el secuestro, el asalto a los automovilistas . La jurisdicción es de la Procuraduría estatal de Justicia y de los jueces locales.
El crimen organizado es un problema internacional que azota a todo el país. Pero estados y municipios tienen que hacer su parte, además de echarle porras al Ejército y presumir su coordinación con los marinos.
Ω