viernes, 18 de junio de 2010

Sábado 19 de junio de 2010

A Rajatabla
Policías en fuga
Jorge Villegas

Los policías municipales y estatales nos tienen muy ofendidos : han transado con el enemigo, han sido cómplices en ejecuciones y secuestros, han ayudado a levantar y matar militares, han apoyado los narcobloqueos .
Los gobiernos municipales y estatal se esmeran en decir que no rodos los policías fueron infiltrados, que los hay buenos y leales.
Pero son las manzanas podridas las que dan el hedor al cajón. La infiltración no es aislada y solo de la tropa : corre de arriba hacia abajo e incluye a mandos intermedios y aún a jefes.
Siendo todo eso cierto ¿Podemos desentendernos de la matanza de policías que han emprendido los grupos criminales? ¿Verla como penitencia granjeada , como depuración sanguinaria , motivada por los policías infieles?.
Cada muerte de un policía, sn embargo, lastima la autoridad del Estado , agrede a la comunidad y constituye una burla a las corporaciones.
Detrás de esa historia trágica hay conciencia de las culpas colectivas: los sueldos míseros, la insatisfacción de sus necesidades familiares. Los dejamos en manos de jefes que los reclutan a fuerza y les pagan migajas; migajas para usted y para mi pero no para un padre de familia que expone la vida todos los días.
No hay que barrer los asesinatos debajo de la alfombra, con solo atribuirlos a bandos rivales de criminales. Hay que buscar a los responsables para dar un escarmiento. En defensa no de los corruptos, sino de la figura pública del policía .
Ω

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