A Rajatabla
Autoridad Paraplégica
Jorge Villegas
La impotencia de la autoridad para combatir al crimen organizado ya no nos escandaliza: tiene el hampa mayor poder armado, los sicarios están mejor pagados ; y es más fácil violar la ley con brutalidad , que hacerla cumplir con el obligado respeto a los derechos humanos.
Lo que sí escandaliza y encoleriza a los ciudadanos es que las policías ni siquiera le hagan la lucha a dar frente a los delincuentes; que se atrincheren en sus cuarteles cuando los vecinos llaman para denunciar que un ejército de matones bombardea su barrio con granadas y armas de alto poder .
O que vean pasar sin osar perseguir a quienes ejecutan o levantan víctimas en la calle, en le pulga, en los restaurantes.
Una es la incapacidad física para dar la batalla a balazos; pero otra es la parálisis para intervenir, reparar o castigar la violencia armada que se ha desatado impúdica y abiertamente por todos los rumbos del estado.
Escarnece, además, que policías y funcionarios de seguridad conozcan a quiénes están extorsionando en restaurantes, antros, pulgas, mercados de abastos y hasta en sacristías. Que lo sepan y no intenten reprimir a los delincuentes.
En los penales mandan Los Zetas; hay municipios donde el crimen organizado maneja abiertamente a la policía
Pero sus mandos nada hacen . Ni actúan ni renuncian; en Nuevo León , la vergüenza no es virtud que florezca en palacios y cuarteles.
jvillega@rocketmail.com
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